miércoles, 14 de julio de 2010

Shrek Felices para Siempre




Después de una semana de parón obligatorio debido al nivel de vida estresante que llevo y a que desgraciadamente no he tenido tiempo de pasar por una sala de cine. Esta semana vengo con uno de los estrenos más esperados por mí.

Y es que la gente que me conoce bien sabe que soy una gran apasionada del cine de animación, uno de los géneros que mejores taquillas está haciendo últimamente y que se lleva de calle tanto a pequeños como a mayores.

Hace unos días, hablando con un amigo comentábamos que en la actualidad el cine de verdad (ese en el que salen unos seres como tú y como yo actuando) está un poco de capa caída. No se sabe si puede ser por la crisis de la que desgraciadamente aún estamos saliendo, o si será por otras causas como la llegada del 3D a las pantallas que se está intentando imponer de una manera aplastante.

Ya sea por un motivo u otro en los últimos meses y tras la revolucionaria Avatar y unas pocas películas más candidatas a los Oscar; no se han podido ver en las carteleras grandes estrenos que nos dejen a los habituales que pasamos por las salas con la boca abierta.

Sin embargo en el ámbito del cine de animación se está experimentando todo lo contrario. A diferencia del cine de actores, el cine de animación y más concretamente el cine de animación por ordenador que “comenzó” su trayectoria hace ya casi 15 años con el estreno de Toy Story; está viviendo una época de auge.

Los creadores de este tipo de películas cada vez se esfuerzan más en crear guiones originales que atraigan en un principio la atención de los más pequeños de la casa y que les haga disfrutar pero cada vez más se construyen guiones que atraigan a las salas de cine a un público más adulto que sabe apreciar una buena película de animación.

Como es el caso de la que dentro de poco va a ser estrenada en todos los cines españoles, la esperada Toy Story 3, la cual han sido necesarios el empleo de dos años completos únicamente para la elaboración del guión de esta, (ahí la diferencia entre el éxito de una película y el fracaso de otra, ya que muchas veces no se dan cuenta que con un buen guión siempre saldrá una buena película pero en el caso contrario no).

Con lo que tras esta pequeña reflexión acerca de cómo está en la actualidad el cine de animación en comparación a otros géneros cinematográficos, hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿Estaremos cerca del tope en relación con este género? Y es que es conveniente preguntarse si para este género llegará también el momento en el que todos estemos saturaros de ver este tipo de películas.

Personalmente, y como gran aficionada a este tipo de género cinematográfico, pienso que desgraciadamente hay un tope y que llegará el día en el que este tipo de películas no sean tan rentables como lo están siendo en la actualidad y se tenga que innovar de alguna manera para que este género tan maravilloso como es el de la animación no caiga en los tópicos.

De ahí el gran acierto de la factoría Disney-Pixar al anunciar que la tercera entrega de Toy Story 3 será la última y que por muy rentable que salga no se hará una cuarta parte (aunque nunca se puede decir de esta agua no beberé).

Así con esta pequeña pero interesante introducción acerca del cine de animación me voy a adentrar de lleno en la película que quiero comentar esta semana y es que tras muchos años (desde 2001 que se estrenó la primera parte de esta saga; hasta 2010 año en el que se acaba de estrenar la última parte de esta), en los que hemos podido disfrutar mucho de las aventuras del ogro verde de la ciénaga y su inseparable asno por fin se ha estrenado en todos los cines de nuestro país: Shrek Felices para Siempre, la cuarta y última entrega de la saga que durante todos estos años ha intentado hacerle la sombra a la factoría Disney-Pixar y a Toy Story (algo que personalmente para mí no lo han conseguido).

La historia de esta cuarta entrega comienza como acabó la tercera, una situación en la que todos los personajes de esta saga están felices y son como una gran familia. Pero nadie, ni siquiera los guiones de las películas son caminos de rosas y en esta película se plantea un tema bastante cotidiano en la vida de muchos seres humanos: la rutina de pareja y los problemas sentimentales.

De ahí que yo siempre defienda que el cine de animación cada vez va más dirigido a un tipo de público más adulto, y es que Shrek, el protagonista indiscutible sufre una gran crisis de pareja cuando se da cuenta que una vez que ya está casado y tiene hijos ha dejado toda su vida anterior aparcada en la entrada de casa y ahora tiene que vivir una vida “rutinaria” en la que además tiene que aguantar las bromas pesadas de la gente que convive con él.

Es un problema bastante común en nuestra sociedad y que se trata en este film de una manera fiel. Con lo que Shrek decide acudir a la ayuda de Rumpelstiltskin un pequeño negociante que hace unos tratos en los que siempre se debe leer muy bien la letra pequeña (lo mismo que si te vas a meter en una hipoteca).

A través de un trato entre ambos, Shrek volverá a su antigua vida de soltero en la que no tenía ninguna preocupación y en la que según él todo era mejor. A partir de aquí toda la situación cambiará ya que como es habitual en este tipo de películas. Si cambias algo de tu vida repercute directamente en el destino y todo cambiará y así pasará con Shrek que tendrá que enfrentarse a la dura situación de ver como ninguno de sus amigo, ni siquiera la propia Fiona es capaz de acordarse de él.

Al igual que en anteriores entregas de esta película, Shrek es una garantía de risas aseguradas en las que a través de los cuentos tradicionales se intenta dar una vuelta de hoja a estas historias para sacarnos unas risas a todos los que acudimos a ver la película al cine.

Además es una película bastante completa ya que sabe combinar de muy buena manera las dosis de humor, con importantes dosis de acción que hacen que todos los espectadores estén metidos de lleno en la historia y no les parezca aburrida para nada.

También es verdad que en esta cuarta entrega el argumento del que os acabo de hablar acerca de la vida en pareja, la soltería, la monotonía y la rutina son temas demasiado serios y relevantes para una película de estas características. Pero es de las pocas cosas negativas que se pueden encontrar en esta cuarta parte de Shrek.

También hay que tener en cuenta (y con esto espero no fastidiar a nadie porque voy a intentar contar lo menos posible del final) que son películas de animación dirigidas a un público principalmente infantil con lo que llegar a intuir como es el final de la película.



La verdad es que después de tantos años esperando las diferentes partes que han compuesto la saga de Shrek, da pena pensar que definitivamente ya no tendremos nuevas películas de este pequeño gran ogro verde.

Todos los que hayamos seguido la trayectorias de estas películas tendremos en mente y siempre recordaremos el primer encuentro entre Asno y Shrek, los ojos enormes del gato con botas, las coreografías de cada final de película en la que todos los personajes bailan al son de una rítmica canción, el pinocho que usa ropa interior de niña… y un sinfín de momentos divertidos que siempre quedarán grabados en la mente de los cinéfilos.

Con lo que todos aquellos que sean fans de Shrek o todos aquellos que tengan ganas de pasar unas buenas risas con una buena película de cine de animación que no duden en ir a ver Shrek Felices para Siempre porque no se arrepentirán.

A la espera de ver que nos depara el mes de julio cinematográficamente.

Pensamientos Irrelevantes (TeresaMG)

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Puntuación:

4.5/5

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Ficha técnica:

Título original: Shrek Forever After

Director: Mike Mitchell

Género: Animación, aventura, comedia.

Estreno: Julio 2010

Reparto (voces): Mike Myers, Eddie Murphy, Cameron Diaz, Antonio Banderas, Julia andrews…

País: USA

Duración: 93 Min

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Ficha técnica extraída de:

www.imdb.com

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